Agustín Fernández Paz nos ha dejado.
Ahora es, como diría Cortázar, alguien que anda por ahí.
Para los que admiramos su obra, su persona quedará siempre en nuestra memoria.
Permítanme que rescate para su recuerdo el libro que tuve el placer de editar, y con el que ganó en 2008 el Premio Nacional de Literatura, Lo único que queda es el amor, que él quería titular Surcos de lágrimas, expresión procedente del diálogo “Todos los recuerdos son surcos de lágrimas”, de la película 2046, de Wong Kar Wai.
Permítanme que rescate para su recuerdo el libro que tuve el placer de editar, y con el que ganó en 2008 el Premio Nacional de Literatura, Lo único que queda es el amor, que él quería titular Surcos de lágrimas, expresión procedente del diálogo “Todos los recuerdos son surcos de lágrimas”, de la película 2046, de Wong Kar Wai.