martes, 17 de junio de 2014

CELDAS DE LUZ


Una vez más, mi amigo Álvaro Matos me permite utilizar su BLOG 
para un comentario sobre un libro. 


Celdas de luz es el primer libro de poemas en solitario de mi amiga Ana Galán. Vaya por delante mi enhorabuena.
De todos los géneros literarios, la poesía me ha parecido siempre el más cercano a la exposición, en todos los sentidos de la palabra, incluso, si el autor no se anda con cuidado, a la exhibición. No es el caso.
A mi juicio, los poemas que conforman este breve pero denso poemario están medidos con calibre. No conozco lo suficiente el oficio de su creadora, por lo tanto, no puedo decir si se debe a su breve trayectoria y, consecuentemente, al miedo que siempre atenaza el arte final; o una voluntad exacta en su elaboración. Sea como fuere, el resultado es brillante, leve y transparente. 
No es fácil comentar el libro de una persona a la que uno estima si, además, es su primer libro. Pero créanme que estoy haciendo un ejercicio de distanciamiento entre estas palabras y mi afecto por su autora.
En todo caso, lo que aquí digo obedece, como no podía ser de otro modo, a las intenciones del lector, intenciones que se refieren a la obra, nunca a su creadora.
Pues bien, más allá de cuáles hayan sido sus intenciones, a mi juicio, este libro ofrece una muy estimable madurez en el estilo y en la carpintería de los poemas.
Me llama mucho la atención y me agrada la gran presencia en muchos composiciones de referencias a la palabra, ya sea en su dimensión verbal o escrita, casi, como si el propio lenguaje fuese la materia prima del poema. 
Y en otro sentido, el manejo eficaz de la sinestesia, que de manera bien frecuente y audaz utiliza Ana Galán.
En definitiva, un libro en el que merece la pena entrar más de una vez y por las distintas puertas que ofrecen sus celdas.
Antonio Ventura